La ONU pone los deberes a la COP28

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Cada vez estamos más lejos de lograr el objetivo de limitar al 1,5ºC el calentamiento global, pero todavía es posible. Para ello, las emisiones de gases de efecto invernadero deberían reducir un 42% para 2030, lo que exige tomar medidas más exigentes.

El Informe sobre la Brecha de Emisiones 2023, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), tiene un subtítulo muy clarificador: “Un megahit candente: Aun con temperaturas récord, el mundo fracasa en reducir sus emisiones (por enésima vez)”. Un toque de atención basado en datos que avisa de la necesidad de realizar transformaciones mayores de las actuales si se quiere lograr el objetivo principal del Acuerdo de París: limitar el calentamiento climático a 1,5ºC.

Aunque hay una nota positiva, en cuanto a que todavía es posible, cada vez lo es un poquito menos. Según António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, “sabemos n seguridad que todavía somos capaces de lograr frenar el calentamiento a 1,5 grados. Este objetivo requiere eliminar de raíz la nefasta causa de la crisis climática: los combustibles fósiles. Esta transición hacia las energías renovables debe ser justa y equitativa”.

Los datos son evidentes. De enero a octubre de este año se superaron los 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales 86 días. Y eso que los dos peores, por encima de los 2ºC, llegaron en noviembre. En lugar de reducirse, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero aumentaron un 1,2% de 2021 a 2022. Las emisiones de CO2 fueron de récord: 57,4 gigatoneladas (GtCO2eq).

Con las políticas vigentes, el calentamiento climático llegará a cerca de los 3ºC, el doble de lo que se propuso en 2015. Con las actuales Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (CDN) incondicionales (sin ayuda financiera externa) el aumento de la temperatura se quedaría en 2,9°C. Con las CDN condicionales (con ayuda financiera externa), las temperaturas no superarían los 2,5 °C. Según la ONU, las probabilidades de que esto ocurra son del 66%.

Para lograr mantenernos en 1,5ºC, esas CDN incondicionales deberían recortar 22 gigatoneladas extra de dióxido de carbono. Incluso para que el aumente se a de “solo” 2ºC, sería necesario reducir 14 GtCO2eq adicionales. Esto es, para llegar a los 2ºC las emisiones se tendrían que reducir un 28% en 2030; y para llegar a los 1,5ºC, se deberían reducir un 42%. La probabilidad de que esto último suceda es ya de solo el 14%.

Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, avisa de que “ninguna persona ni economía en el planeta está a salvo del cambio climático, por lo tanto, debemos dejar de romper récords indeseables en la emisión de gases de efecto invernadero, en los picos de temperatura mundial y en las condiciones meteorológicas extremas. Por el contrario, debemos detener este disco rayado y repetitivo sobre la falta de ambición y de acción, empecemos a romper otro tipo de récords: en la reducción de emisiones, en las transiciones ecológicas y justas y en la financiación de las medidas contra el cambio climático”.