¿Es posible conciliar la digitalización y la sostenibilidad?
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La digitalización abre múltiples oportunidades para lograr un futuro sostenible. Sin embargo, al mismo tiempo contribuye al cambio climático, especialmente si no la implementamos de manera eficiente y efectiva. Por lo tanto, necesitamos transparencia y estándares claros con los que las empresas puedan medir la huella de sus infraestructuras cloud.
La digitalización supone una carga para el medioambiente. Según estudios del Uptime Institutes, los centros de datos ya eran en 2018 responsables del 0,8 al 2% del consumo de electricidad mundial. Para T-Systems, dado que es imposible diseñar el futuro sin digitalización, se deben implementar ya medidas efectivas para reducir las emisiones de CO2 generadas. También en lo que al cloud se refiere. Además, se necesitan procesos de medición estandarizados que puedan medir de forma uniforme los efectos de las infraestructuras informáticas sobre el clima. Solo así podrán las empresas garantizar que invierten en las tecnologías correctas.
Los diferentes actores de la economía digital son conscientes de esta responsabilidad y, por lo tanto, establecen objetivos climáticos cada vez más ambiciosos. Esta mayor concienciación sobre la huella ecológica ya no es un tema puramente empresarial, sino que ocupa a todas las industrias. Según KPMG, el 65% de las empresas publica objetivos para reducir sus emisiones de CO2.
La sostenibilidad ya no es una cuestión de imagen. En el futuro, las empresas deberán poder medir cada vez más las consecuencias ecológicas de sus actividades. De este modo, la ética corporativa general se reorienta hacia perspectivas más sostenibles.
Hacia unos estándares uniformes
Para contrarrestar la tendencia al greenwashing, un sentido de la responsabilidad y concienciación medioambiental falsos, la Comisión Europea está trabajando en una propuesta legislativa propia. Un objetivo de esta iniciativa es que, si las empresas publicitan sus productos o servicios como sostenibles, en el futuro tendrán que demostrar dicha sostenibilidad con métodos estandarizados. Estos estándares y parámetros se necesitan precisamente para visualizar las emisiones de CO2 de los servicios informáticos de manera más transparente.
Las empresas no solo necesitan estos estándares uniformes para implementar sus objetivos climáticos de forma más consecuente, sino también para presentar a sus clientes su huella de carbono de manera más transparente. No en vano, cada vez más socios comerciales solicitan esta información para poder evaluar mejor la sostenibilidad de su cadena de creación de valor.
“Muchos de nuestros grandes clientes de sectores como el automovilístico, el transporte o el suministro energético preguntan activamente por la huella de carbono de nuestras soluciones cloud. De este modo, estos indicadores uniformes para la sostenibilidad de productos y servicios serán también en el futuro un importante factor competitivo”, señala Mirjam Wamsteeker, líder de marketing industrial global en T-Systems International. “Al final, la motivación por entender mejor la sostenibilidad propia debería estar impulsada principalmente por la propia ética empresarial, ya que, en el futuro, las empresas deberán medirse cada vez más en función de ella”.