Las tecnológicas lideran el camino para crear un mundo más sostenible (I)
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Como cualquier industria, la tecnología es vulnerable a los riesgos del cambio climático. Pero los ejecutivos de tecnología, más que la mayoría, están haciendo fuertes compromisos para hacer algo al respecto. En 2023, la carrera hacia el cero neto puede ver a las empresas tecnológicas bien representadas en la vanguardia.
Los efectos sobre las organizaciones y la vida humana están impulsando a los directivos de empresas tecnológicas a tomar medidas más urgentes contra el cambio climático. Lograr cero emisiones netas es una prioridad para muchas organizaciones hoy en día, y la industria de la tecnología está tomando en serio el imperativo. De hecho, Deloitte Global predice que en 2023, la industria tecnológica se moverá más rápido en la acción climática que las industrias no tecnológicas, y más compañías tecnológicas dicen que apuntan a cero neto para 2030 que las compañías no tecnológicas.
La encuesta de sostenibilidad CxO 2022 de Deloitte, que encuestó a más de 2.000 ejecutivos de C-suite en todo el mundo, encontró que los ejecutivos de tecnología veían el cero neto como una prioridad más urgente: tenían un 13% más de probabilidades de apuntar a cero neto para 2030, y un 24% menos de probabilidades de impulsar ese objetivo más allá de 2030 o no tener planes.
Que los líderes tecnológicos tengan prisa por mitigar el cambio climático puede no ser sorprendente, teniendo en cuenta las actitudes y experiencias que informaron en la encuesta de Deloitte. Los ejecutivos de tecnología encuestados tenían más probabilidades de estar preocupados por el cambio climático que los de otras industrias, y más probabilidades de informar impactos personales. Su experiencia directa con la adversidad impulsada por el clima puede ser una de las razones por las que tienen la intención de actuar rápidamente.
Impactos del cambio climático en aumento
Los impactos organizacionales del cambio climático están creciendo, y rápidamente. El 37% de los ejecutivos de tecnología encuestados informaron que su organización ya está experimentando una escasez de recursos como el agua y la energía, ocho puntos más que una encuesta similar de Deloitte realizada solo ocho meses antes. El 38% dijo que estaban sintiendo el coste de la mitigación del cambio climático, más del doble del porcentaje de la encuesta anterior, y el 42% dijo que sus operaciones se habían visto afectadas por desastres relacionados con el clima o eventos climáticos, 18 puntos más que en la encuesta anterior.
Estas perturbaciones organizativas son a menudo consecuentes. Por ejemplo, durante la ola de calor récord de julio de 2022 en Londres, los centros de datos basados en la nube de dos compañías tecnológicas globales experimentaron interrupciones en el servicio debido a fallos de enfriamiento.
La presión de las partes interesadas está dando peso adicional a estos incentivos organizacionales y personales. Estos incluyen inversores, clientes, miembros de la junta y, especialmente, reguladores de los Estados Unidos y la UE que exigen divulgaciones más rigurosas sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), los riesgos ambientales y las acciones de mitigación.
