La UE quiere alcanzar la neutralidad climática en 2050 y la Comisión presenta sus recomendaciones para reducir las emisiones en 2040
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La Comisión Europea ha publicado una evaluación de impacto detallada sobre las posibles vías para alcanzar el objetivo acordado de lograr la neutralidad climática de la Unión Europea de aquí a 2050. Sobre la base de esta evaluación de impacto, la Comisión recomienda una reducción neta del 90% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero de aquí a 2040.
El anuncio establece una serie de condiciones políticas favorables que son necesarias para alcanzar el objetivo del 90%, entre las que se incluyen la plena aplicación del marco acordado para 2030, la garantía de la competitividad de la industria europea, una mayor atención a una transición justa que no deje a nadie atrás, unas condiciones de competencia equitativas con los socios internacionales y un diálogo estratégico sobre el marco posterior a 2030, también con la industria y el sector agrícola.
El establecimiento de un objetivo climático para 2040 ayudará a la industria, los inversores, los ciudadanos y los gobiernos europeos a tomar decisiones en esta década que mantendrán a la UE en la senda del cumplimiento de su objetivo de neutralidad climática en 2050. La intención de la comisión es “enviar señales importantes sobre cómo invertir y planificar eficazmente a largo plazo, minimizando los riesgos de los activos varados. Con esta planificación prospectiva, es posible configurar una sociedad próspera, competitiva y justa, descarbonizar la industria y los sistemas energéticos de la UE y garantizar que Europa sea un destino privilegiado para la inversión, con puestos de trabajo estables y preparados para el futuro”.
Pero, como indicábamos, lograr una reducción del 90% de las emisiones para 2040 requerirá que se cumplan una serie de condiciones favorables. El punto de partida es la plena aplicación de la legislación vigente para reducir las emisiones en al menos un 55% para 2030. La actualización en curso de los proyectos de planes nacionales de energía y clima es un elemento clave para el seguimiento de los avances, y la Comisión está colaborando con los estados miembros, la industria y los interlocutores sociales para facilitar las medidas necesarias.
El Pacto Verde debe convertirse ahora en un acuerdo de descarbonización industrial que se base en las fortalezas industriales existentes, como la energía eólica, la energía hidroeléctrica y los electrolizadores, y siga aumentando la capacidad de fabricación nacional en sectores en crecimiento como las baterías, los vehículos eléctricos, las bombas de calor, la energía solar fotovoltaica, los CCC/CCS, el biogás y el biometano, y la economía circular.
Europa también tendrá que movilizar la combinación adecuada de inversiones de los sectores público y privado para que nuestra economía sea sostenible y competitiva
Según las estimaciones de la Comisión Europea, se prevé que el sector energético alcance la descarbonización total poco después de 2040, sobre la base de todas las soluciones energéticas con cero y bajas emisiones de carbono, incluidas las energías renovables, la energía nuclear, la eficiencia energética, el almacenamiento, la captura y el almacenamiento de carbono, la captura y almacenamiento de carbono, la captura y almacenamiento de carbono, la energía geotérmica y la hidroeléctrica. Por otra parte, se espera que el sector del transporte se descarbonice mediante una combinación de soluciones tecnológicas y la fijación del precio del carbono.
Alcanzar el objetivo requerirá tanto reducciones de emisiones como absorciones de carbono, lo que hará necesario el despliegue de tecnologías de captura y almacenamiento de carbono, así como el uso del carbono capturado en la industria.