El uso de tecnologías eficientes permite un ahorro energético de hasta un 30%

La eficiencia es un objetivo clave para empresas de todos los sectores, pero especialmente para el tecnológico, que se prevé suponga un 20% del consumo energético mundial para 2030. Sin embargo, a su vez, esta industria se convierte en la respuesta para lograr un mayor ahorro de energía. De hecho, desde fibratel estiman que el uso de tecnologías eficientes permite un ahorro energético de hasta un 30% a las empresas que las aplican.

“Por primera vez la inversión en tecnologías de energía con bajas emisiones de carbono ha superado el billón de dólares, según asegura un estudio de Bloomberg NEF. Y es que, el ahorro energético que supone la implantación de estas soluciones junto al ahorro de costes a largo plazo hace que las empresas se muestren cada vez más receptivas en invertir en tecnologías que respalden las políticas de sostenibilidad”, apunta Ignacio Cereijo, director de desarrollo de negocio de la unidad de fdata de fibratel.

A esto se le suma la presentación del Plan Industrial del Pacto Verde de la Unión, una iniciativa que aboga por el apoyo a la fabricación de tecnologías de energía limpia y cero emisiones de gases efecto invernadero que favorecerá su desarrollo. Toda esta situación anima a las empresas tecnológicas a crear e implementar soluciones eficientes que no solo mejoren sus procesos, sino que también contribuyan a la sostenibilidad y cuidado del medioambiente, como la tecnología led, el cloud, el uso de energías renovables, los procesadores de bajo consumo y las nuevas técnicas para la refrigeración de los data center, un sector que consume en torno a 205 teravatios hora, lo equivalente al 1% de toda la energía consumida a nivel global.

Tecnologías eficientes

El ahorro en materia de iluminación es uno de los más importantes. En ese sentido, la tecnología led es una alternativa a las fuentes de iluminación convencionales, ya que produce mayor luz por vatio. Esto se traduce en un ahorro energético de hasta un 90%. Igualmente, para la iluminación y para garantizar la continuidad del suministro eléctrico, muchas empresas ya se proponen utilizar energía procedente de fuentes renovables. En concreto es un objetivo a corto plazo para las compañías del sector data center. Y es que, el uso de energías renovables puede conseguir ahorros de hasta un 80% y unas emisiones de dióxido de carbono casi nulas.

Igualmente, en el sector del centro de datos existen dos tendencias clave para mejorar la eficiencia en sus instalaciones: los procesadores de bajo consumo y la refrigeración líquida. De hecho, cabe destacar que este novedoso método de refrigeración cuenta con una capacidad de enfriamiento mil veces mayor que la del aire y requiere diez veces menos energía para remover el calor. Por otro lado, el uso de procesadores de bajo consumo para formar la infraestructura del data center puede suponer una reducción del gasto energético del 10%.

Por su parte, la migración al cloud para la administración y almacenamiento de los datos empresariales está ganando fuerza al tratarse de una de una fórmula eficiente y también sostenible. De hecho, según datos de Accenture, las empresas que deciden migrar a la nube reducen el consumo energético en un 65%, lo que se traduce a su vez en una disminución del 84% de las emisiones de carbono. Cuando tradicionalmente las empresas optaban por la tecnología cloud por su seguridad, ahorro de costes y una mayor agilidad, ahora se suma un valor añadido: la sostenibilidad que supone la migración.

El avance de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y el IoT, de las que se prevé un alto procesamiento de datos y, por ende, un importante gasto energético, hace primordial el desarrollo de soluciones eficientes que ayuden al ahorro de energía para redefinir el rumbo del sector, mejorando la sostenibilidad y reduciendo su impacto en el medioambiente.