Una estrategia sostenible que aporta valor económico y social: la experiencia de Brother
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Para lograr resultados positivos en sostenibilidad, los objetivos de la estrategia tienen que estar definidos e integrados en la gestión de las operaciones de la compañía. Así lo ha hecho Brother, que ha articulado un programa ambicioso para contribuir a la creación de una economía y una sociedad más sostenibles, así como a la protección del planeta.
La sostenibilidad es hoy una prioridad para las personas, los gobiernos y las organizaciones en todo el mundo, más conscientes que nunca de la emergencia climática y del riesgo del agotamiento de los recursos del planeta. Esta es una senda sin vuelta que todos tenemos que recorrer para lograr un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado medioambiental y el bienestar social, de forma que podamos satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las futuras generaciones.
Prueba de la urgencia de desarrollar estrategias sostenibles es que, según Gartner, gran parte de los líderes empresariales (87%) están aumentando su inversión en sostenibilidad en 2023 y lo seguirán haciendo en 2024, ya que una mayor madurez de los programas de sostenibilidad ha demostrado su impacto en los resultados corporativos y su competitividad a largo plazo, así como en sus modelos de negocio y operaciones, en la capacidad de innovar y diferenciarse, o en la productividad y los ahorros de costes.
Cada empresa en su sector está tratando de definir su estrategia para un mundo sostenible, hojas de ruta en las que la tecnología y, por tanto, las compañías de TI tienen un papel clave por su contribución para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible de sus clientes. Algunas de ellas, como Brother, ha conseguido importantes avances en la consolidación de una estrategia que abarca tres grandes áreas de la sostenibilidad: acción climática, economía circular y responsabilidad social.
Vocación de liderazgo en sostenibilidad
Brother es una compañía que definió hace ya años su visión en este ámbito, centrada en contribuir a hacer realidad una sociedad sostenible y en ayudar a proteger el planeta, siguiendo los criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza). Esta política, que tiene una primera parada en 2030, se plasma en unos planes estratégicos y unos objetivos que allanan el camino para alcanzar la neutralidad en carbono en las actividades de negocio del grupo en 2050.
Así, dentro de su estrategia empresarial a medio plazo, CSB2024, formulada para el periodo comprendido entre los ejercicios fiscales 2022 y 2024, Brother se ha marcado objetivos en tres áreas: reducción de las emisiones de carbono tanto en sus propias instalaciones como en el ciclo de fabricación del producto, circularidad de los recursos y conservación de la biodiversidad.
Emisiones de carbono
En este ámbito, la compañía se propone reducir las emisiones de COs en sus instalaciones, fomentando el ahorro de energía, generándola, por ejemplo, con paneles solares, y comprando electricidad sin CO2. Además, está realizando esfuerzos para reducir las emisiones durante todo el ciclo de vida del producto, reduciendo aún más el consumo de energía y alargando la vida útil de los productos; maximizando el uso de materiales reciclados, y reduciendo las emisiones de CO2 en toda la cadena de suministro.
Economía circular y biodiversidad
La compañía también está impulsando la economía circular fomentando la recuperación y el reciclaje de cartuchos, así como la reutilización de productos. Además, está ampliando los servicios de suscripción.
Por otro lado, promueve iniciativas de mantenimiento del ecosistema, como la plantación de árboles y actividades de conservación de los bosques, además de acciones de inversión en capital riesgo relacionado con el medio ambiente.
Acciones con propósito
Los esfuerzos de la compañía en estos ámbitos sirven para cumplir los objetivos de su Visión Medioambiental 2030, que pasa por lograr una reducción del 65% en sus emisiones directas de carbono en sus fábricas e instalaciones, frente al 30% alcanzado en su ejercicio fiscal de 2015.
Esto es clave para conseguir una huella de carbón neutra en 2050, para lo que será clave la puesta en marcha de un modelo basado en la economía circular; y la apuesta por reparar, reciclar y remanufacturar productos para alargar su vida. Así, para 2030, su intención es haber logrado un importante avance en el uso de recursos de forma sostenible y que el ratio de materiales vírgenes usados en sus principales productos sea del 65% o inferior.
Estas actividades se complementan con iniciativas de conservación de la biodiversidad, como vía para disminuir el impacto medioambiental y promover actividades de restauración del ecosistema.