La UPM investiga cómo reducir el impacto medioambiental de la producción de coches eléctricos

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Coche eléctrico

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han llevado a cabo un estudio que desvela la importancia geoestratégica de los metales clave utilizados para la fabricación de vehículos eléctricos. El objetivo de esta investigación es poder determinar qué propuestas ambientales son más efectivas para reducir el impacto ambiental de este tipo de vehículos.

El vehículo eléctrico es una alternativa menos contaminante que los de combustión, pero es necesario evaluar la localización de los recursos necesarios para su producción y las emisiones de gases de efecto invernadero generadas, porque saber dónde se producen las emisiones podría ayudar a desarrollar políticas útiles para su reducción.

Por eso, un estudio realizado por un equipo de investigadores de la ETSI de Minas y Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha analizado las materias primas críticas, los riesgos de suministro y las emisiones de gases de efecto invernadero para entender la importancia geoestratégica en la fabricación de vehículos eléctricos.

La importancia de esta investigación radica en el crecimiento esperado de este tipo de vehículos a lo largo de esta década. Se estima que en 2030 podrían alcanzar cerca del 30 % de la cuota de mercado de las ventas mundiales de coches eléctricos. Este cambio radical se impulsa principalmente por objetivos medioambientales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero aunque los vehículos eléctricos no emiten gases de efecto invernadero durante el uso, las tecnologías verdes pueden tener impactos en la fabricación, reduciendo la dependencia del petróleo, pero posiblemente aumentando la dependencia de otros materiales, denominados materias primas críticas.

La producción localizada de los materiales provoca que consumidores como Europa exporten las emisiones producidas de los materiales que consumen ya que, aunque Europa posee el 35 % del total de vehículos eléctricos en el mundo, solo el 1,2 % de las emisiones de gases de efecto invernadero generados en la cadena de suministro se asignan a Europa. Según este estudio de la UPM, localizar la fabricación de baterías en Europa, por ejemplo, podría suponer una reducción de la emisión de estos gases en un 30%.