Las renovables iluminarán la mitad del mundo en 2030

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Según la Agencia Internacional de la Energía, si se cumplen las políticas actuales acordadas por diferentes países, las energías renovables suministrarán de hecho la mitad de la electricidad global al final de la década, aunque el organismo insta a desarrollar políticas más exigentes para limitar el calentamiento global a 1,5 ºC.

World Energy Outlook (WEO) de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), ampliamente comentado por El periódico de la energía, hace un estudio de cómo será el esquema energético mundial teniendo en cuenta las diferentes políticas adoptadas por los países hasta ahora. Con una participación de las renovables mucho más relevante, en principio es un panorama que desde este punto no se ve tan mal.

Así, habría casi 10 veces más coches eléctricos en circulación, la energía fotovoltaica sería capaz de suministrar más electricidad que la de todo Estados Unidos y la aportación total de las energías renovables sería del 50%, por el 30% actual. Habría tres veces más inversión en nuevos proyectos eólicos merinos que en nuevas centrales de carbón y gas y los sistemas de calefacción eléctricos superarían a las calderas de combustibles fósiles en todo el mundo.

Ahora bien, no será suficiente para poder limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. El informe propone una estrategia global basada en cinco puntos: triplicar la capacidad renovable mundial, duplicar el ritmo de mejora de la eficiencia energética; reducir en un 75% las emisiones de metano producidas por la explotación de combustibles fósiles; triplicar las inversiones en energías limpias en economías emergentes y en desarrollo con nuevos mecanismos de financiación; y adoptar medidas para disminuir ordenadamente el uso de combustibles fósiles, como no autorizar centrales térmicas de carbón no reducidas.

Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, señala que “cada país debe encontrar su propio camino, pero la cooperación internacional es crucial para acelerar la transición hacia energías limpias. En particular, la velocidad a la que disminuyan las emisiones dependerá en gran medida de nuestra capacidad para financiar soluciones sostenibles que satisfagan la creciente demanda energética de las economías mundiales en rápido crecimiento. Todo esto apunta a la importancia vital de redoblar la colaboración y la cooperación, no de retroceder ante ellas“.