Más de 30.000 empresas españolas, a menos de 7 meses de cumplir con la directiva europea sobre deforestación
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Las multas por incumplimiento pueden alcanzar el 4% del volumen de negocio anual neto, y las empresas podrían enfrentarse a la exclusión temporal de licitaciones públicas y la prohibición de comercializar productos relevantes.
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), hasta 2020 se perdieron aproximadamente 420 millones de hectáreas de bosques en todo el mundo. Europa quiere mitigar la degradación de la masa forestal mundial con la implementación de la EUDR (EU Deforestation Regulation), que comenzará a aplicarse el 30 de diciembre de 2024 para las grandes empresas, y a partir del 30 de junio de 2025 para las pequeñas empresas y microempresas.
Esta regulación afecta a una amplia gama de actores, desde grandes cadenas de alimentación hasta pequeñas y medianas empresas, y exige la evaluación de riesgos de socios comerciales y cadenas de suministro, recopilación de datos sobre productos y proveedores, y la implementación de medidas preventivas contra la deforestación.
Las empresas españolas deberán recopilar información sobre la producción de materias primas importadas y garantizar que sus productos no contribuyan a la deforestación. Esto implica implementar sistemas robustos de gestión de riesgos y cumplimiento, así como contar con tecnología que facilite la transparencia y trazabilidad en las cadenas de suministro globalizadas. La EUDR establece la necesidad de certificar el origen de cualquier producto que contenga carne de vacuno, cacao, café, aceite de palma, soja, caucho y madera. Esto implica que empresas de industrias como retail, mobiliario o editorial, que hasta ahora no habían constatado el origen de sus materias primas afectadas por la nueva regulación, estarán obligadas a poner en marcha todos los procesos necesarios para dar cumplimiento a la nueva normativa comunitaria.