Casi un tercio de los españoles tiene en cuenta la sostenibilidad a la hora de consumir tecnología

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Esta mayor concienciación de la sociedad española está favoreciendo la consolidación de nuevos modelos de consumo sostenible. La tecnología se ha convertido en uno de los ámbitos que más evidencia este cambio de tendencia.

Un 32% de los españoles ya tiene en cuenta factores relacionados con la sostenibilidad a la hora de consumir tecnología, según concluye el estudio ‘Uso y consumo de la tecnología en 2024 impulsado por Grover. Junto a la alimentación (55%), el transporte (46%) y la moda (33%), la tecnología se encuentra entre los sectores que más concienciación generan en términos de sostenibilidad. Es un hecho que el impacto ambiental de nuestra forma de consumir tiene cada vez más peso por parte de la sociedad. Lo confirma la encuesta de Grover, que ha determinado que el 93% de los españoles se declara comprometido con la protección del medioambiente. De hecho, casi la mitad de los encuestados (49%) afirma que prioriza hábitos sostenibles en la mayoría de aspectos de su día a día, y no solo en momentos concretos. 

Antes de realizar la compra de un dispositivo, un 24% de la sociedad asegura que se informa sobre los valores de la marca fabricante en temas de sostenibilidad, mientras un 19% prioriza técnicas comprometidas de embalaje como el empleo de materiales reciclados o biodegradables, y un 13% afirma que solo elige productos tecnológicos que sean fáciles de reciclar, reacondicionar o que tengan componentes que puedan ser reaprovechados por el fabricante. En el caso de la tecnología, el alquiler de dispositivos se ha convertido en una alternativa en alza por su firme posicionamiento dentro del modelo de economía circular que, entre otros factores ambientales, está contribuyendo a frenar la generación de residuos electrónicos.

De hecho, un 22% de los españoles señala este freno como una de las principales ventajas del alquiler, ya que al devolver el producto cuando este deja de ser necesario, evitan que se convierta a largo plazo en un residuo contaminante, como sí ocurriría con el paso del tiempo si lo hubieran comprado. En su lugar, el dispositivo alquilado puede volver a ser utilizado por otro usuario que lo necesite durante un periodo determinado de tiempo. Además, el alquiler de tecnología se sustenta sobre el mecanismo del uso por suscripción, un esquema también visto en otros segmentos como el streaming de vídeo y música, la comida a domicilio o los videojuegos, por lo que no es desconocido para el consumidor. De hecho, un 86% de los españoles dice tener experiencia como usuario de alguna de estas plataformas, y esto facilita su adaptación a un consumo de la tecnología basado en el modelo de suscripción.