Net Zero se ha convertido en un objetivo fundamental para el sector de la energía y los servicios públicos.

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A medida que el mundo se acerca al Net Zero, se espera que la intersección entre la tecnología, la política y el comportamiento del consumidor sea el campo de batalla donde se defina el futuro de la energía y los servicios públicos.

Para el año 2024, un 70% de las empresas de servicios públicos utilizarán plataformas de software como servicio (SaaS) especializadas en sostenibilidad para hacer un seguimiento meticuloso y reportar las emisiones de alcance 1 y 2, y estimar las emisiones de alcance 3. Este aumento subraya un esfuerzo para alinearse con los requisitos regulatorios y de divulgación financiera. Cada paso hacia el Net Zero no es solo un logro organizativo, sino un avance colectivo hacia un mundo donde el equilibrio de las energías se combina delicadamente con la preservación del medio ambiente y la prosperidad económica.

Si bien el componente ambiental a menudo ocupa un lugar central, dadas las urgentes y tangibles problemáticas del cambio climático, el ESG engloba un espectro más amplio de preocupaciones y oportunidades. La búsqueda de emisiones Net Zero está intrínsecamente vinculada a objetivos más amplios de ESG, pintando un panorama completo de sostenibilidad que va más allá de las consideraciones ambientales para abarcar el bienestar social y la gobernanza ética. 

Los objetivos de Net Zero se centran en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero para mitigar los impactos del cambio climático. Requiere un esfuerzo colectivo que requiere integración con objetivos más amplios de ESG. Implica adoptar tecnologías y prácticas que no solo sean respetuosas con el medio ambiente, sino también socialmente responsables y regidas por marcos éticos.

En el sector energético, la convergencia de Net Zero y ESG produce beneficios multifacéticos. Alinea las estrategias organizacionales con imperativos de sostenibilidad global, amplificando la contribución del sector a la mitigación del cambio climático y al bienestar social. Esta convergencia fomenta innovaciones que no solo son ambientalmente adecuadas, sino que también mejoran la accesibilidad, asequibilidad y confiabilidad de la energía.