Datos e IA para avanzar en la lucha contra el cambio climático

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Medio Ambiente

La urgente necesidad de tomar acción para mitigar los efectos negativos del cambio climático han puesto de manifiesto que los datos y la inteligencia artificial se posicionan como un aliado fundamental para las comunidades.

El 2023 fue un año marcado por eventos climáticos extremos, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Olas de calor, inundaciones, sequías, incendios forestales y ciclones tropicales sembraron el caos en todo el mundo. A su vez, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la situación es crítica, ya que casi 4.000 millones de personas habitan en zonas altamente vulnerables al cambio climático. Con motivo del Día de la Tierra y con el objetivo de conocer más sobre cómo las nuevas tecnologías pueden utilizarse para mitigar los efectos del cambio climático, SAS ha analizado las diferentes formas en las que estas tecnologías están marcando una diferencia real en la protección del planeta.

A pesar de las recientes preocupaciones sobre el impacto ambiental de la tecnología, son estas mismas herramientas las que ayudan a comprender mejor los problemas ambientales y facilitan la lucha contra los desafíos del medio ambiente. El análisis de grandes conjuntos de datos impulsado por la IA permite identificar tendencias, reconocer las áreas más impactadas por el cambio climático y proyectar escenarios futuros que puedan dar pie a nuevas estrategias de mitigación y adaptación.

Así, existen casos de uso concretos donde el conjunto de estas tecnologías está siendo utilizado para abordar problemáticas clave vinculadas al cambio climático, buscando alternativas viables. El análisis de imágenes por satélite, por ejemplo, permite un seguimiento casi en tiempo real de la deforestación, posibilitando la identificación de zonas críticas y la implementación de estrategias de conservación más efectivas. Del mismo modo, la analítica de datos brinda información detallada sobre el uso del agua en diferentes sectores, permitiendo optimizar su consumo y reducir el estrés hídrico al que se encuentran sometidas diversas regiones a nivel mundial.

En el ámbito energético, la información extraída de los datos de consumo permite identificar áreas de ineficiencia y promover el uso de tecnologías y prácticas que optimicen el uso de la energía. Además, el análisis de datos históricos sobre pautas meteorológicas, actividad sísmica y corrientes oceánicas ayudan a predecir eventos climáticos extremos y sus potenciales impactos, permitiendo a las comunidades prepararse y mitigar sus efectos.