El papel de las nubes públicas en las infraestructuras digitales sostenibles
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Actualmente, con una tecnología que desempeña un papel fundamental en nuestras vidas, la eficiencia y sostenibilidad de las infraestructuras digitales es esencial.
La incesante demanda de servicios digitales ha incrementado la infraestructura de TI en todo el mundo. El entrenamiento de modelos de IA y la minería de criptomonedas son actividades con necesidades de computación muy exigentes y que tienen un gran impacto sobre la huella de carbono. Los centros de datos tradicionales consumen enormes cantidades de energía y recursos, que contribuye a la huella de carbono global con desafíos en eficiencia energética y gestión de residuos. En el caso de los centros de datos, requieren de grandes sistemas de climatización que mitiguen el calor de los servidores y consumen mucha energía. Muchos de estos centros de datos se están trasladando a países en geografías donde se produce energía barata, pero contaminantes, con lo que agravan el problema.
En este contexto, las nubes públicas emergen son una alternativa atractiva, ofreciendo eficiencia operativa, escalabilidad, flexibilidad y un menor impacto ambiental. Los centros de datos de nubes públicas utilizan tecnologías como la refrigeración líquida, la gestión térmica inteligente y la energía renovable para minimizar el consumo de energía y reducir las emisiones de carbono. Los proveedores de nubes públicas hacen grandes avances en la adopción de energías renovables y en la reducción de su huella de carbono. Además, muchos proveedores están desarrollando herramientas y servicios para ayudar a sus clientes a medir, monitorear y reducir su propia huella de carbono al utilizar la nube.
Si somos responsables con la eficiencia energética, la adopción de energías renovables y la innovación tecnológica, la mejor solución pasa por utilizar los recursos que las nubes públicas nos facilitan. La colaboración entre empresas, gobiernos y toda la sociedad pueden trabajar conjuntamente hacia un futuro en el que la tecnología y la sostenibilidad se combinen para garantizar un entorno digital más limpio y responsable para las generaciones futuras.