Tecnologías emergentes para reducir las emisiones en el trasporte
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Con solo seis años de margen para lograr los objetivos de reducción de emisiones planteados en la Agenda 2030 a nivel global, expertos de movilidad sostenible explican diferentes soluciones tecnológicas para la descarbonización.
El transporte tiene un fuerte impacto en la generación de gases contaminantes y se plantea como uno de los principales sectores que necesitan modernizarse para disminuir su impacto, por eso se pone el foco en algunas de las tecnologías emergentes que podrán ayudar a transformar este sector, como es el caso de los vehículos eléctricos impulsados a baterías o hidrogeno, los cargadores inteligentes para ofrecer carga rápida sin mejorar la red eléctrica existente, el V2G (vehicle to grid) o la gestión de la movilidad inteligente.
De hecho, la startup española full&fast ha repasado algunas de estas tendencias que pueden ayudar a reducir las emisiones de CO2. Según la firma, entre estas tecnologías las más prometedoras son los vehículos, tanto totalmente eléctricos como híbridos enchufables, así como los vehículos de hidrógeno. En segundo lugar, la evolución de la tecnologías de las baterías permite la fabricación de unidades de mayor capacidad con el mismo volumen y peso que las actuales.
Asimismo, otra opción son los vehículos autónomos, que pueden optimizar las rutas y velocidades, mejorando la eficiencia de la conducción y del combustible, favoreciendo la reducción de las emisiones.
Una tendencia más a futuro es la implementación de las denominadas carreteras eléctricas, que permitan la carga continua de vehículos eléctricos en movimiento, lo que podría transformar la infraestructura de transporte actual. Sin embargo, presentan poca viabilidad económica y de eficiencia, frente a los cargadores fijos presentes ya en muchas carreteras y ciudades.
De aplicación más cercana en el tiempo, la optimización basada en datos y la gestión inteligente del tráfico prometen reducir la congestión y mejorar la eficiencia del transporte. Igualmente, otra alternativa podrían ser combustibles elaborados a partir de materias primas de origen orgánico (biocombustibles) o sintéticos, que ofrecen una alternativa a los combustibles fósiles en vehículos convencionales. Pese a que son combustibles que siguen generando emisiones de CO2 en su combustión, pero la cantidad es igual al CO2 que ha sido retirado previamente de la atmósfera por la materia prima usada para su fabricación.
Otras tendencias pueden ser V2G (Vehicle to Grid), es decir, el vehículo eléctrico con capacidad para verter energía almacenada en su batería a la red eléctrica, o las baterías de carga acelerada.
Según ha comentado Borja Santos, CEO de full&fast, “la convergencia de estas tecnologías ofrece un camino prometedor hacia un futuro más sostenible y un sector del transporte más limpio y eficiente. Con estas iniciativas, el objetivo de lograr una reducción significativa en las emisiones de CO2 en el transporte se está convirtiendo en una realidad tangible, alineándose perfectamente con los ODS y marcando el camino hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medioambiente”.