Dos de cada cinco empresas incumplen la normativa sobre el clima

A partir del 1 de enero de 2025, determinadas empresas estarán obligadas a publicar el cálculo de su huella de carbono, lo que supone que tendrán hacer ese cálculo ya en el 2024 que está a punto de comenzar. La normativa, en línea la propuesta legislativa europea de reporting verde, busca reducir las emisiones de CO2 en al menos un 55% para el año 2030.

Las empresas obligadas a calcular su huella de carbono y a presentar su estrategia para reducirla son las mismas que deben presentar los estados de información no financiera (EINF). Esto es, las compañías de más de 250 empleados que además sean entidades de interés público, tengan un activo superior a 20 millones de euros en dos ejercicios consecutivos o dispongan de una cifra anual de negocio que sea superior a los 40 millones de euros, también en dos ejercicios consecutivos.

Según Emburse Captio, que recuerda que puede haber multas de hasta 2,5 millones de euros, dos de cada tres empresas no están preparadas para medir la huella de carbono de sus empleados y actividades. La compañía facilita a las empresas el cálculo, la gestión y la certificación automatizada de la huella de carbono de sus empleados, particularmente durante los desplazamientos y los viajes de trabajo. Su plataforma utiliza las directrices del Greenhouse Gas Protocol (GHG Protocol) y la IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático).

La compañía señala que los viajes de trabajo suponen una media del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 3 de las empresas. Como ejemplos, Emburse señala que una noche en un hotel en España genera 7 kgCO2e, por los 10,4 kgCO2e de una noche en el Reino Unido. Un vuelo de Madrid a Barcelona produce 77,5 kgCO2e, mientras que el mismo trayecto en AVE genera bastante menos, 16,6 kgCO2e.